Las bicicletas antiguas están de rabiosa actualidad. ¿Por qué comprarte una nueva cuando puedes restaurar bicicletas con tus propias manos? Tus desplazamientos se vestirán de aires nostálgicos y de cierta exclusividad. Apúntate a la última tendencia de moda y triunfarás. Estas bicis han vuelto del pasado para quedarse a tu lado.
Ha llegado la fiebre de las bicicletas antiguas
La pasión por las bicis de otras épocas se desató hace poco más de una década en Londres, cuando se organizó una peculiar carrera sobre dos ruedas. Las personas participantes debían pedalear subidas a bordo de diseños antiguos y vestidas con traje. La iniciativa fue todo un éxito. La organización no imaginaba el impacto que iba a tener en la sociedad su idea a partir de ese momento.
Desde entonces, estos modelos de bicicleta se han convertido en los más deseadospor el público. Su popularidad ha llegado hasta tal punto que han relegado a un segundo plano a las de montaña, que habían ido conquistando cada vez más espacio. Son incontables las personas que han rescatado de sus trasteros bicis ya olvidadas para volver a ponerlas en movimiento.
Así lo aseguran los negocios de reparación de este tipo de vehículos. Sus responsables son testigo directo de los arreglos y las puestas a punto que se llevan a cabo de forma frecuente. Los ciclistas urbanos optan por la reutilización en lugar de por la compra de una bicicleta nueva. También hay quienes prefieren comprar bicicletas antiguas para sumarse a una moda que ya no conoce de fronteras.
La decisión, en uno y otro caso, conlleva un menor desembolso económico, al tiempo que este gesto les permite disponer de un medio de transporte que, difícilmente, verán repetido en sus trayectos habituales. ¿Quién se iba a imaginar que esas bicis olvidadas desde hace años iban a ser tan codiciadas de nuevo?
¿Para qué quieres restaurar bicicletas?
Aunque sientas la tentación de responder que la puedes poner en funcionamiento como un vehículo sostenible para tus desplazamientos, lo cierto es que esta pregunta admite más de una respuesta. Y todas ellas son igual de válidas.
Para empezar, puedes utilizarla como elemento de decoración. Hay numerosos establecimientos hosteleros que ya cuelgan del techo de sus locales o en cualquier pared una de estas piezas que parecen recién salidas de un museo. Lo mismo puedes hacer en tu hogar. Le dará personalidad a la estancia que elijas para mostrarla.
También se recurre a su uso en la celebración de eventos, en los que se acostumbra a decorar, por ejemplo, la zona de entrada o la destinada a acoger la sesión de fotos de sus invitados. Prueba a adornarla con flores de colores o con pequeñas luces led que se enrollen por su estructura metálica o entre las ruedas. No pasará desapercibida.
Otra opción es sustituir las llantas de las ruedas por luminarias de su misma forma y tamaño y transformarla, de este modo, en una lámpara muy original. ¿Te la imaginas en el salón de tu hogar o en cualquier otra habitación?
Y por último, no descartes reciclarla por partes para crear nuevos objetos decorativos: una mesa que en lugar de patas tenga ruedas, un móvil hecho a base de una rueda de la que pendan varios elementos, un expositor para prendas de ropa o cualquier otra idea que se te ocurra. ¡Imaginación al poder!
Guía rápida para restaurar bicicletas en casa
Si ya te has decidido a restaurar bicicletas antiguas sin ayuda con el fin de dotarlas de una nueva vida, es importante que sigas estas cinco recomendaciones que hemos reunido para ti.
1. Comienza por realizar una revisión general
Hazlo atendiendo a cada una de sus diferentes partes. Del sillín a las ruedas, sin olvidar la cadena, los frenos, los pedales y el resto de la estructura. Realiza ese repaso de manera minuciosa para no llevarte sorpresas cuando te subas a tu bici.
2. Desmonta las piezas
Es lo más indicado para poder llevar a cabo los siguientes pasos con una mayor comodidad. Retira cada pieza , una a una. Presta atención al lugar que ocupaban porque más tarde necesitarás volver a colocarlas.
3. Elimina el óxido
Si detectas óxido, deberás eliminarlo con sencillos tips. Puedes recurrir a un desoxidante, que aplicarás con ayuda de un pincel o una esponja, para acabar eliminándolo con agua. Si el óxido se presenta en cromados, lo ideal es retirarlo con ayuda de lana de acero que hayas mojado previamente en una mezcla de agua y bicarbonato. Cuando el óxido alcanza el cuadro de la bici, lo preferible es pintarlo para devolverlo a su estado original.
4. Renueva toda su pintura
A la hora de pintarla, deberás retirar los restos de pintura ya existentes ayudándote de una lija. Limpia el óxido, el polvo y la grasa que se hayan podido quedar adheridos en la superficie. Recurre, en primer lugar, a una imprimación para que la pintura que hayas elegido agarre mejor. Cuando apliques esta, hazlo mejor en spray. El acabado te conquistará.
5. Vuelve a montar las piezas
Devuelve cada una de las piezas que tuviste que retirar con anterioridad a su lugar: la cadena, los pedales, el sillín y el resto de elementos que permanecían a la espera. Si alguno no presenta el aspecto que debería, no dudes en recurrir a un recambio. No importa si ya no consigues uno que date de la misma época a la que pertenezca la bici. Puedes sustituirlo por uno más actual. De este modo, te beneficiarás de sus prestaciones actuales.
Si has completado estos cinco pasos con éxito, ya estás preparado para pedalear y comenzar a sumar kilómetros. ¡Enhorabuena! Has hecho un buen trabajo.
Las bicicletas antiguas vuelven a tomar el asfalto para hacerte disfrutar tanto como cuando fueron ideadas varias décadas atrás. Presume de la tuya en tus desplazamientos diarios. Te ayudará a mantenerte en forma y reducir tu huella en el planeta, ahorrando en combustible.
