En televisores, el tamaño importa. Sobre todo, para tus ojos, ya que si no cumple una serie de requisitos o no tiene muy buena resolución, puede que tengas que visitar al óptico más a menudo de lo que crees. Y ya no es solo por tu salud visual, sino por comodidad: imagina una tele de 65 pulgadas en una habitación pequeña.
Cada maestrillo tiene su librillo, y con este asunto no iba a ser menos: la distancia de una televisión depende de sus pulgadas. Una equivale a 2,54 centímetros, y los fabricantes toman como referencia la distancia que hay de una esquina a otra de la pantalla en diagonal. Aunque verás que cada empresa tiene su propio baremo, haz caso a tu intuición.
Mejor resolución, menor distancia
Eso es lo primero que has de saber. Le llaman presencia y tiene que ver con la inmersión que experimenta cualquier televidente. A más resolución (4K es el estándar habitual), menor distancia focal gracias a su calidad de imagen. Es decir, si quieres apreciar bien todo lo que pasa en tu peli favorita, reduce la distancia para ver la TV y apreciar bien los detalles que ofrece.
Distancias mínimas recomendadas
Al igual que una tele con mucha resolución marca la distancia máxima desde la que la podemos ver, el ángulo de visión se ocupa de establecer la mínima. Es un poco más complicado de entender por basarse en parámetros geométricos, pero digamos que tiene que haber correlación entre lo que graba una cámara y cómo lo vemos en nuestro televisor.
¿A qué distancia pongo la tele y el sofá?
Es la pregunta del millón, y no tiene una sola respuesta. Cada marca, centro experto o entendido de la materia ha marcado su propia regla, con sus propias fórmulas. Las diferencias no son abismales, así que lo mejor es tomar un punto intermedio como referencia o seguir tu propia intuición. Lo que sí te va a tocar es tener cerca un metro para calcular dónde ponerte.
Aunque si te fías más del fabricante…
Pongamos como referencia una televisión 4K de 50 pulgadas en un salón. Para Samsung (oferta solo de 55”), la distancia ideal sería de 1,7 metros. En cambio, otras muy reconocidas como LG se decantan por establecer en este tamaño de TV, una distancia de 1,89 metros. Y otros, como Panasonic, suben ligeramente ese margen hasta los 1,9 metros.
O si haces caso a los expertos…
Algunos han ideado una sencilla fórmula que consiste en tomar las pulgadas (50, en nuestro ejemplo) y multiplicarlo por 3,50. En base a esta fórmula, podríamos situarnos a 1,75 metros de distancia de la tele al sofá. Otras tiendas estadounidenses marcan un rango de entre 1,28 y 1,92 metros, lo que facilita mucho la resolución de este enigma.
Cinéfilos: la industria también opina
Si bien son entes del mundo audiovisual, la prestigiosa Society of Motion Picture & Television Engineers (SMPTE) dicta que la pantalla debe abarcar 30º de tu campo de visión, como mínimo. En otras palabras, la TV de 50 pulgadas ha de ubicarse a unos 2,06 metros. Por otro lado, THX (sí, la que te rompe el tímpano en el cine), recomienda calcular las pulgadas por 1,2. Como resultado, el espectador se pondría a 1,52 metros de la pantalla.
Estos datos de distintos expertos pueden ser de gran ayuda a la hora de decantarte por un tamaño u otro. Pero de nada sirven si los cumples a rajatabla y tu experiencia visual no es buena. Por eso, la mejor distancia de una televisión de 50 pulgadas es la que te haga disfrutar más. De ahí que la experiencia personal sea el mayor factor clave para tu decisión. ¡No lo olvides!
Recuerda:
- – Entre un sofá y una tele influyen la resolución (HD o 4K) o el ángulo de visión. Son los que determinarán la presencia de tu pantalla.
- – Ubica la tv siempre en perpendicular a una ventana y piensa en el tamaño de la habitación donde la quieres poner.
- – Fabricantes, expertos e industria establecen sus baremos, que están bien como guía, pero la decisión final es tuya.