El de la foto es un mundo que no para de crecer, a veces de las maneras más inesperadas. Y es que se pasó del carrete a las réflex, de estas a los móviles, después a las híbridas y ahora el debate está en si es mejor una cámara analógica o digital. Dentro de esta última, hay muchos tipos diferentes de digitales, aunque lo más habitual es que pensemos en las semiprofesionales o en las compactas.
Porque, más allá de la diferencia evidente (unas necesitan tarjetas microSD y otras un carrete convencional que luego toca llevar a revelar), hay aspectos en la propia fotografía en sí que te interesará tener en cuenta, dependiendo el tipo de imagen que quieras conseguir. ¡Ya verás qué fotazas sacas para tus escapadas!
Cámaras analógicas
Son las predecesoras de las digitales y, como tal, marcaron un camino a seguir en el diseño de una cámara (en realidad, hoy no hay mucha diferencia en el cuerpo de la cámara). Se consideran analógicas por el proceso que toman para obtener las imágenes: primero, quedando registradas en un carrete y, segundo, llevándolas a revelar permitiendo conseguir toques vintage y más posibilidades creativas en el resultado final de nuestras fotos.
Una diferencia entre cámara digital y analógica es que hay un proceso más artesanal de fotografiar lo que nos rodea. Por eso se está volviendo a poner de moda. Tienes carretes en color o en blanco y negro, tiene una sensibilidad a la luz (la famosa ISO) concreta, que oscila entre los 100 y los 400. Si vas a salir con un día nublado o porque quieres captar imágenes en movimiento, escoge la de ISO 400.
Cámaras digitales
Ya están muy popularizadas por su diversidad de tamaños (como las híbridas), formatos, colores, diseños… En fin, que su catálogo es realmente enorme. Su principal ventaja es, sobre todo, que te permiten captar muchísimas más imágenes con menos espacio y coste (revelar un carrete es algo caro, y las digitales usan tarjetas SD o microSD), además de enviarlas a tu ordenador de manera inmediata a través de un cable USB o incluso usando el WiFi de tu casa.
Te da mucho más lugar a la personalización de la fotografía in situ. Es decir, desde la propia cámara puedes modificar parámetros que en una analógica no podrías, como el formato en el que quieres disparar, el tipo de disparo, añadirle algún filtro previo a realizar la foto… Si te estás iniciando, quizá sea lo más indicado para no gastar carretes sin obtener resultados.
Principales diferencias
Entonces, ¿qué opción es mejor entre cámara digital o analógica? Pues depende de tu nivel de conocimientos en fotografía, del tipo de imágenes que te propongas conseguir o de si es para uso profesional o personal, como hobbie. Así que nuestro consejo es que, si vas a quemar el disparador, optes por una digital (podrás hacer miles de fotos que te permitan encontrar tu estilo). Pero si buscas otro tipo de experiencia más pausada y artística (y un poco más cara debido al revelado), no lo dudes y prueba con la fotografía analógica.
Un mundo apasionante, ¿no? Como te imaginas, entre cámara analógica o digital lo que hay, sobre todo, es un cambio total en la manera de fotografiar el mundo. Y si quieres colgar algún cuadro en tu casa con tus fotografías, tómate tu tiempo y maneja a la perfección la luz, la obturación, el diafragma… ¡y disfruta del proceso!
Recuerda:
- – La fotografía analógica exige más tiempo y dinero: carrete, saber en qué condiciones de luz y movimiento se fotografía, y el resultado final que queremos en el revelado.
- – Las cámaras digitales, por su parte, son más accesibles al poder tomar miles de fotos sin necesidad de cambiar la tarjeta de memoria y la personalización de todos los parámetros de la cámara en un momento.
- – La principal diferencia está en tu nivel de experiencia en fotografía: si ya la controlas y quieres una imagen más artesana o personal, elige analógica; si no te importa tanto eso, mejor digital.
