El Día de la Madre siempre es una buena excusa para mostrar cuánto la quieres una vez más. Tienes la oportunidad de regalarle un detalle para que se ponga contenta, aunque de pequeñito fueses un poco trasto y le metieses en algún embrollo. Nadie mejor que tú conoce a tu madre, así que cuando pienses qué puede gustarle que no tenga ya, tranquilidad.
Los mejores regalos para el Día de la Madre pueden ser sutiles, como una joya o una flor; pueden ser rabiosamente originales, como llevártela de escapada (¡y, si es a la montaña, equipadla adecuadamente para ello!) o, simplemente, recordar que un día te dijo que necesitaba un bolso o unos pantalones. Y aparezcas tú, ahí, con tu mejor sonrisa para una de las personas más importantes de tu vida.
Qué regalar a una madre
Pues tienes montones de cosas. Lo importante es que sepas cuál es su estilo y pienses cómo, dentro de esos gustos, puedes sorprenderla. A veces no se trata de tener el regalo más único (para eso puedes tirar de regalos artesanales), sino de demostrar que te acuerdas cada día de ella. Hazlo como quieras, ¡pero hazlo!
Para madres lectoras…
Este es fácil de adivinar. Lo de los libros tiene trampa, porque aunque todos son libros, deberás conocer muy bien la temática que le guste. ¿Le gusta la novela o, en cambio, es más de thriller? Pero sin duda es el mejor regalo para el Día de la Madre si es buena lectora. Piensa que si ya regalaste en el Día del Libro, ¡le va a reventar la estantería! (Oye, y quizá un mueble de segunda mano como nuevo para poner más libros no sea mala idea).
Para madres espirituales…
Si a la tuya le encanta que haya buenas vibraciones en el ambiente, y que la casa tenga su personalidad propia a través de los olores, uno de los objetos que puede encantarle son las velas aromáticas. Bien para el salón o para ponerlas durante un relajante baño, este objeto decorativo es un acierto seguro.
Para madres con estilo…
Aquí tienes donde elegir: los mejores regalos del Día de la Madre pueden ir desde la ropa a los accesorios como los anillos. Estos a su vez los puedes completar con algún tipo de perfume de su fragancia favorita. Es difícil que falles si te presentas con dos cosas en casa. Vamos, ¡que seguro que se las prueba en el momento y os vais a cenar para que pueda fardar de sus hijos!
Para madres presumidas…
En el caso de que ya tenga el armario repleto, otra buena opción puede ser la de cotillear su tocador. Mira qué le falta en el set de maquillaje y sorpréndela con su cosmético favorito. Si es más de cremas diarias, piensa en cuáles son las que más usa y prepáralo todo en una bonita caja. ¡Se quedará boquiabierta!
Para madres amantes de la jardinería…
Es probablemente uno del top 3 dentro de los mejores regalos para el Día de las Madres: ¿quién no les ha regalado alguna vez una flor? Puedes ir un paso más allá y, en lugar de una flor sola (que suelen durar pocos días), elegir plantas más duraderas, como cactus bonitos. A partir de ahí, el abanico es amplísimo: geranios, claveles, jazmines… Esa es otra: ¿qué color es su favorito?
Y para madres aventureras…
Tras leer los anteriores párrafos, ¿sigue habiendo algo que no te encaja? Bueno, pues están muy de moda las experiencias. Y a tu madre seguro que le encantan. ¡Entonces no lo pienses y regálale una escapada! Os podéis organizar para iros de camping un fin de semana y estar rodeados de la Naturaleza. ¡Seguro que este regalo no lo olvidará!
Madre no hay más que una y por eso se merece uno de los mejores regalos para el Día de la Madre que tengas a tu alcance… o en tu imaginación. Aquí te hemos dejado las ideas y ahora es tu turno. ¿Cómo vas a sorprender a tu mamá en esta ocasión tan especial?
Recuerda:
- – Antes de regalar a tu madre, averigua qué necesita. Si te dice que nada (como siempre), trata de pensar porque algo habrá que le guste y no tenga, o que no haya tenido y quiera.
- – Los regalos casi infalibles son libros y plantas: son prácticos, bonitos y generalmente, si ya sabes que les gustan, es muy difícil que falles.
- – Por otro lado, puedes salirte de los márgenes e ir un paso más allá: regala experiencias, sin salir de casa con objetos como velas, o fuera de ella, ¡con una escapadita!
