La artista 360 Maya Pixelskaya es la primera en muchas disciplinas: presentadora de videojuegos, creadora de pixel art y colaboradora del programa Zapeando. Sin embargo, Maya reconoce que no es primera en el deporte, ¡ni en el bricolaje! Ponemos a prueba a Maya en el tercer capítulo del show Segundísimos de Milanuncios.
El arte de ser segundísima
El mundo necesita de nuevas oportunidades y más segundas veces. Generalmente, el número 2 no siempre nos transmite buenas vibraciones: ¿recuerdas aquella segunda oportunidad que le diste a tu pareja? ¿Tu segunda posición en el concurso de literatura? ¡Cambia el chip! Porque seguro que una vez compraste un iPhone de segunda mano y te salió perfecto. Quedaste en segunda posición en una competición pero te sirvió para acceder a un campeonato donde conseguiste ser la primera.
Y es que ser Segundísimo en la vida tiene también sus ventajas: te permite afrontar nuevos retos y reconocer en qué disciplinas sí eres primerísimo. Por ponerte ejemplos, Aitana y David Bisbal, los segundos ganadores de sus respectivas ediciones de OT, son hoy los artistas que más venden de su generación. Karina quedó en segunda posición en Eurovisión y su carrera fue una de las más meteóricas en la España de los 70. Hasta Rafa Nadal quedó en segunda posición en Wimbledon 2006.
De esta filosofía nació el nuevo show de Milanuncios. Segundísimos invita a diferentes celebridades a afrontar retos de bricolaje, cocina y otras actividades en las que se declaran segundísimos. En el caso de Maya Pixelskaya, la artista 360 debe enfrentarse a un arte en el que… es más bien segunda: el bricolaje o, mejor dicho, el montaje de un mesillón a partir de dos muebles diferentes, una mesa y un sillón. ¿Deberá usar la sierra? ¿Qué tal lleva Maya el manejo de los taladros? Tiene un tiempo limitado para conseguirlo, una coach y varias herramientas para llevar a cabo su nueva creación. Tic-tac, tic-tac.
Te invitamos al show Segundísimos para descubrir que muchas personas pueden quedarse en segunda posición, ¡y no pasa nada! Porque para disfrutar de una disciplina en la que aún no te manejas al 100%, no es necesario ser el primero.