El gran reto para evitar que la cuesta de septiembre sea tal es que los gastos no se noten tanto, y en concreto, los de la vuelta al cole. Es inevitable que algo se irá en renovar el material, en comprar nuevos uniformes (si procede) o en una nueva tanda de libros que tendrá que usar tu peque para el curso que viene.
Pues bien, se puede ahorrar en libros de texto (y más de lo que te imaginas), con una serie de hábitos que interiorices para que cada año, meses antes de la vuelta a la vida escolar, ya tengas previsto cuánto te costarán. Desde las típicas vías familiares (de hermano a hermano, o entre sobrinos) a las ayudas autonómicas, pueden salvarte de un mes… digamos que complicadillo.
Hazte con un listado
Cuando sepas qué libros necesitarás para el siguiente curso, lo tendrás mucho más fácil a la hora de buscarlos y hacerte con ellos de una manera más económica. Presta especial atención al curso escolar, ya que, a partir de algunos, se pueden escoger optativas. Y, si no te lo dan, pide el ISBN: es el DNI de cada libro, ¡algunos pueden variar en cosas mínimas!
El préstamo de libros
Habitualmente está disponible en cada centro, e incluso algunas comunidades autónomas lo ofrecen. De esta manera, conseguirás gratis buena parte de esos libros de texto que necesitas. La única condición es que tu hijo los trate bien para que, al año siguiente, continúe realizándose ese préstamo. Para libros de lectura que puedan mandarles, lo mejor es el préstamo de biblioteca.
Amigos o familiares
¿Que tu hijo mayor hace dos años pasó por ese curso en ese mismo centro? Reutiliza todo el material que pueda servir a tu pequeño. Si también hay primos cerca, hijos de vecinos, conocidos… en fin, aprovecha todas las redes que puedas tener a tu alcance para obtener los libros que necesites.
Bendita segunda mano
Encontrarás infinidad de material escolar en los anuncios de cara a la vuelta al cole. El mercado de compraventa, al igual que las anteriores opciones, te permiten reducir mucho el presupuesto del nuevo curso y evitan que se contamine tanto el planeta, con la fabricación y distribución de nuevos libros de texto. ¡Pruébalo!
Por último, como también se advierte desde los centros educativos, evita forrar los libros (cuanto menos plástico, mejor), y ponerle el nombre de tu hijo. Al igual que te ha salvado la vida encontrar ese libro a un precio asequible, ¿por qué no ibas a hacer tú lo mismo el año que viene? Es otra buena forma de conseguir unos ingresos y ahorrar en libros de texto. Ya sabes, los libros que ya no vayas a utilizar, ¡véndelos! Podrías utilizar ese dinero para comprar los nuevos.
– Consigue el listado de los libros de texto que tu hijo va a necesitar.
– Recurre a redes familiares, vecinos o conocidos: alguno de sus hijos puede que ya haya pasado por ese mismo cole y te pueda dar algo de material gratuito.
– Si no tienes más remedio que comprar, recurre a la segunda mano: serán más baratos y evitas comprar libros nuevos que el año siguiente te quedarán obsoletos.
