Llega el verano, el solazo y las ganas de desconectar con este buen tiempo. Porque no hay nada como pisar la arena descalzo, clavar la sombrilla y montarte tu rincón. Así que si estás buscando las mejores sillas de playa, aquí te lo vamos a dejar clarinete. Hemos preparado una guía para que elijas sin liarte, según lo que más te va: comodidad, funcionalidad o estilo.
Índice
Tipos de sillas de playa que existen
Antes de decidirte, lo primero que hay que hacer es conocer bien el terreno. Porque no todas las sillas valen para todos los planes ni estilos a la hora de disfrutar de ellas en la playa, piscina, césped, montaña… o en la azotea. Si buscas algo básico, no necesitas irte al último modelo con extras, pero si eres de estar a gustito acomodado durante horas, el detalle sí que marca la diferencia.
Hay algunas fijas, plegables, reclinables, con reposapiés, con sombrilla, de estructura alta o bajita… ¿Te estás mareando con tantas opciones? No te asustes, aquí lo importante es que se ajusten a ti, a tu cuerpo y a lo que te pide el verano. Si buscas la mejor silla de playa calidad precio, atento a lo que viene, que aquí hay modelos para todos los gustos (y espaldas).
La comodidad, lo primero de todo
Las sillas de playa cómodas son esas que te permiten echarte una siesta sin levantarte con el cuello torcido. Para eso, busca modelos con respaldo multiposición, reposacabezas acolchados y buen soporte lumbar. Y si encima te deja reclinarte casi como una tumbona, mejor. Lo importante es que la estructura sea estable, que no se hunda al sentarte ni te juegue una mala pasada con la arena o con cualquier superficie.
Materiales duraderos y resistentes
Las mejores sillas de playa plegables están hechas para durar. El aluminio es el material por excelencia: ligero, no se oxida y es fácil de llevar. Si la silla va acompañada de una tela de secado rápido como el poliéster o malla transpirable, mejor que mejor. Estas telas no solo secan rápido, también permiten que el calor no se acumule, algo que se agradece cuando el sol aprieta. En resumen: estructura de aluminio + tela buena = combo ganador.
Funciones que marcan la diferencia
No todas las sillas son iguales. Las hay con toldo, con bolsillos laterales, posavasos, asas de transporte… ¿Buscas una con sombrilla? Hay modelos con ella integrada que te ahorran cargar con dos trastos a la vez. Otras vienen con bolsillos para guardar las gafas, el móvil o la crema solar, que nunca sabes dónde meter. Y si eres de bebidas fresquitas, hay algunas con mini neveras o huecos para tu lata favorita.
Para mayores y con movilidad reducida
Si eres más de sentarte a cierta altura (porque el cuerpo ya no responde como antes, tuviste una lesión o simple preferencia), apuesta por la mejor silla de playa ligera, pero con estructura alta. Son ideales para personas mayores, embarazadas o para quien busca comodidad sin tener que hacer malabares. Con asiento ancho, respaldo firme y reposabrazos amplios, te dan el soporte justo para descansar sin complicaciones.
¿Y qué pasa con las tumbonas?
Si eres más de tumbarte a lo largo, una silla reclinable puede ser tu solución, aunque también puedes apostar directamente por una tumbona. Las que son multiposición se adaptan a lo que necesites: leer, dormir o simplemente mirar las olas. Algunas incluso permiten reclinar completamente el respaldo y elevar las piernas, convirtiéndose casi en hamaca. Lo dicho: para gustos, colores.
¿Qué silla de playa recomendamos?
Y ahora que ya sabes cuáles son las mejores sillas de playa, elegir la tuya dependerá de tu plan… y de tu cuerpo. ¿Eres de los que pasan horas leyendo bajo el sol? ¿Te levantas y te sientas mil veces al día? ¿O prefieres reclinarte al máximo y desconectar del mundo? Sea cual sea tu estilo, elige una que te acompañe sin darte dolores de espalda ni hacerte cargar medio chiringuito.
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Antes de relajarte en tu silla de playa:
- – Silla cómoda, con respaldo regulable y soporte firme.
- – Materiales ligeros y resistentes al sol y salitre.
- – Si tiene bolsillos, sombrilla o posavasos, suma puntos.
