Durante años hemos caído en la trampa del consumismo y hoy descubrimos armarios llenos de prendas que no usamos. La llamada fast fashion, o las cadenas de distribución masiva de ropa, no le hacen bien al mundo, pero te sorprendería saber que con un solo hábito puedes ayudar mucho a contrarrestar sus consecuencias. Te contamos cómo alargar la vida útil de tu ropa (y del planeta).
La moda rápida – conocida como fast fashion – es la segunda industria que más contamina en todo el planeta solo por detrás de las petroleras. De hecho, un 73% de la ropa que se produce en todo el mundo está destinada a la basura, según datos de la Fundación Ellen MacArthur. 55 toneladas de basura anuales terminan en los vertederos porque ya no nos gusta una prenda o nos dio un ataque de compras compulsivo.
De hecho, en 1967 el 97% del vestuario que se utilizaba era producto de la industria textil local, según la socióloga Beatriz O’Brien. Y si tus abuelas y abuelos pudieron, ¿por qué tú no? A continuación, te contamos cómo alargar la vida de tu ropa y apostar por un consumo responsable.
Disminuye el número de lavados
Si esa prenda no está manchada o visiblemente sucia ni huele mal, puedes reutilizarla sin necesidad de encender la lavadora. De esta forma, la ropa durará más al no desgastarse tan rápido. Un buen ejemplo de estas prendas duraderas es el denim, ya que puedes usarlo más de un día.
Separa las prendas de vestir al lavar
Separa la ropa por texturas y colores, especialmente si se trata de prendas de seda y lana, ya que son tejidos muy delicados. Si distribuyes correctamente tu ropa blanca, de color y oscura estarás preservando la calidad de tus prendas.
El 73% de la ropa que se produce en el mundo está destinada a acabar en la basura debido a las prácticas de consumo y distribución masiva.
Lava a mano las prendas delicadas
Algunas prendas cuentan con materiales delicados tales como encajes, estampados o volantes y resultan más complicadas de lavar. En estos casos, te recomendamos lavar estas prendas aparte para evitar que se estropeen al rozarse con otras piezas.
Arregla la ropa que esté un poco vieja
Puede que ese pantalón tan caro se haya deshilachado por la entrepierna o un botón de esa camisa se haya caído. Arreglar en lugar de tirar es un mantra que nuestras abuelas y abuelos ya ponían en práctica, y acudir a un establecimiento donde arreglen zapatos o coser una rodillera son acciones suficientes para arreglar ese detalle de nada.
Guarda bien tus prendas de vestir
Marie Kondo ya lo dijo: el orden te trae felicidad, a ti y al mundo. Aprovecha el cambio de armario y, la próxima vez, guarda tu ropa colgada de perchas o ganchos. De esta forma, verás realmente las prendas que tienes y puedes utilizar, que si no luego quedan arrugadas y guardadas en un cajón, sin uso y, probablemente, dañándose poco a poco. Además, puedes ordenarla por tipos de prenda y, por supuesto, ¡nada de guardar la ropa húmeda!
Un solo hábito puede cambiar nuestra vida y la de nuestro entorno si somos constantes y recordamos que Tierra solo hay una. Ordena bien tus prendas, utiliza bolsas de almacenaje, y vigila las veces que utilizas tu lavadora como mejor forma de alargar la vida de tu ropa y cuidar del planeta.
Recuerda:
- – Fomenta el orden de tus prendas para que te duren más y se conserven mejor.
- – Si tu camisa no huele mal ni está manchada puedes volver a utilizarla sin necesidad de desgastar el tejido en la lavadora una vez más.
- – Compra ropa y accesorios textiles de segunda mano para fomentar un entorno más sostenible y responsable.
